El tipo 4 se siente atraído por la generosidad, la jovialidad, la perspicacia, la empatía y el apoyo del tipo 6.
Al tipo 6 le atraen la creatividad, la pasión, el humor, la autenticidad y el carácter misterioso del tipo 4.
Ambos son profundamente emocionales, empáticos, pueden llegar a ser muy ansiosos, tienen miedo al abandono y se ayudan mutuamente a sentirse seguros.
Pueden formar una relación estable con una fuerte conexión emocional, una profunda comprensión mutua y un sólido apoyo recíproco.
Los dos son ansiosos y pueden experimentar muchas dificultades para tranquilizarse si se encuentran en situación de inestabilidad emocional al mismo tiempo.
El tipo 6 puede ver al tipo 4 en ocasiones como demasiado imprevisible, dramático, siempre reclamando atención, egocéntrico y difícil de satisfacer.
El tipo 4 puede considerar al tipo 6 demasiado desconfiado, cínico, acusador, pesimista, escéptico y preocupado en exceso por la seguridad.
El tipo 4 aspira al cambio y a la aventura, mientras que al tipo 6 le puede costar salirse de sus hábitos.
Los "desafíos potenciales" surgen en una pareja de tipos de eneagrama principalmente cuando no están en armonía consigo mismos. Con comunicación, la inversión de cada persona en la relación y la comprensión mutua, estos desafíos pueden evitarse y resolverse perfectamente.