Atracción
Estos dos tipos se oponen en muchos puntos y son muy complementarios.
El tipo 4 se siente atraído por la energía, el entusiasmo, la confianza en sí mismo, el optimismo, la curiosidad, la excitación y el espíritu aventurero del tipo 7.
Al tipo 7 le atraen el espíritu profundo, idealista, apasionado, creativo, inconformista y romántico del tipo 4.
Con el tipo 7, el humor del tipo 4 se vuelve mucho menos cambiante, puesto que está ya demasiado ocupado con todas las actividades y conversaciones entretenidas a las que le conduce el tipo 7.
El tipo 7 da animación a la vida del tipo 4, le hace salir de su caparazón interior, le hace sentirse vivo y esto al tipo 4 le encanta.
El tipo 4 ayuda al tipo 7 a explorar su mundo interior y a conectar de un modo más profundo con sus sentimientos y emociones. Ambos son idealistas y aspiran a aportar algo bueno al mundo.
Desafíos potenciales
El tipo 4 puede sentir al tipo 7 a veces como demasiado hiriente, superficial, oportunista, impaciente, impulsivo, insensible, intolerante con las emociones negativas e indiferente a la resolución de los problemas difíciles de una relación.
El tipo 7 puede tener tendencia a rehuir la conexión emocional en cuanto esta se vuelve intensa, lo que puede entristecer mucho al tipo 4, pues es justamente eso lo que este busca.
El tipo 4 puede asimismo quedar agotado al intentar seguir el ritmo de vida tan enérgico del tipo 7.
El tipo 7 puede ver al tipo 4 como demasiado emotivo, de humor cambiante, queriendo siempre ser el centro de atención, negativo, hipersensible y excesivo en sus sentimientos.
Los "desafíos potenciales" surgen en una pareja de tipos de eneagrama principalmente cuando no están en armonía consigo mismos. Con comunicación, la inversión de cada persona en la relación y la comprensión mutua, estos desafíos pueden evitarse y resolverse perfectamente.