Atracción
El tipo 3 se siente atraído por la tolerancia, la calma, la capacidad de escuchar, la apertura y el sentido de la adaptación del tipo 9.
Al tipo 9 le atraen la energía, la confianza en sí mismo, la productividad y la eficacia del tipo 3.
El tipo 9 puede permitir al tipo 3 relajarse, ser él mismo, sin tener que preocuparse demasiado de su imagen.
El tipo 3 puede ayudar al tipo 9 a ser más activo y estar más motivado para el desarrollo de proyectos.
Ambos son muy sociables, les disgusta el conflicto y pueden formar una relación armoniosa.
Desafíos potenciales
El tipo 3 puede ver al tipo 9 como demasiado indeciso, pasivo, lento, con facilidad para distraerse y terco.
El tipo 9 puede ver al tipo 3 como demasiado descuidado en cuanto a la relación, impaciente y demasiado preocupado por su carrera y su imagen.
A ninguno de los dos les gusta el conflicto y pueden tender a evitar hablar de los problemas que surgen entre ellos. Así pues, los problemas pueden alargarse durante mucho tiempo sin llegar a ser resueltos. El tipo 3 puede refugiarse en sus obligaciones profesionales, mientras que el tipo 9 puede encerrarse completamente en sí mismo a la espera de una reacción por parte del tipo 3.
Los "desafíos potenciales" surgen en una pareja de tipos de eneagrama principalmente cuando no están en armonía consigo mismos. Con comunicación, la inversión de cada persona en la relación y la comprensión mutua, estos desafíos pueden evitarse y resolverse perfectamente.